Quien dijo de '50 sombras de Grey' que era 'porno para mamás' hizo un gran marketing editorial pero se quedó corto sobre la revolución que ha provocado.
EL MUNDO ha hablado con su escritora, E. L. James, y sus protagonistas, Dakota Johnson y Jamie Dornan, sobre las luces y sombras de una historia de amor, con prácticas de sumisión y dominación pero, como insisten, de confianza incondicional.
Es cierto que Christian Grey se convirtió en el objeto de deseo de muchas madres que en la puerta de los colegios dedicaban cinco minutos de su dorado tiempo a comentar la última aventura de Anastasia Steele en '50 sombras de Grey' casi como una vía de escape a una rutina social, laboral y familiar muchas veces escasa de fantasía. Pero para honrar a la verdad, Grey y sus jueguecitos sexuales también han copado las charlas de amigos y amigas en las cafeterías, de los grupos de whastapp y hasta de las sobremesas familiares en más de 37 países del mundo obrando el milagro de que madres e hijas hablen de sexo fuera de la angustiosa y obligada charla educativa de la pubertad y además con un muestrario de distintos juegos y gustos sexuales. Todo un hito intergeneracional.
"Se hizo un estudio en España que aseguraba que lascostumbres de las españolas respecto al sexo habían cambiado después de la publicación de la trilogía. Es significativo y aseguraba que se hablaba con menos tabú de estos temas, así que aparentemente tuvo una influencia en las mujeres", asegura Ana Liarás, la responsable de Grijalbo, la editorial de '50 sombras de Grey' en España.
Ahora, este fenómeno literario llega también a las pantallas de cine prometiendo el mismo formato: una trilogía llena de amor, sexo y romanticismo. EL MUNDO ha entrevista a los protagonistas de la película, Dakota Johnson y Jamie Dornan, en Nueva York, días antes de la premier, donde han querido dejar claro que ni se llevan mal ni hay poca química entre ellos, sobre todo cuando hablan de la "habitación roja" de los juegos de Ana y Christian.
"La primera vez que vi la habitación pensé que era muy bonita, que era impresionante. Llena de detalles... perfecta. Grabamos todas las escenas de esa habitación en las últimas semanas y fueron unas semanas muy divertidas pero también muy duras", reconoce Dakota Johnson, que insiste en que su compañero de reparto le hizo las cosas muy fáciles a la hora de pasar horas y horas desnuda grabando.
"Para mí fue muy duro. Había muchas cuestiones técnicas sobre cómo hacer las ataduras o las prácticas de 'bondage' pero Dakota lo hace muy fácil porque es muy divertida y muy buena actriz. Yo trataba de estar pendiente de ella, porque muchas veces cortaban y ella seguía desnuda y trataba de taparla", asegura Dornan, un 'Grey' muy poco parecido a su personaje obsesionado por el control. "Yo no soy nada controlador en mi vida, de hecho puedo ser bastante desastre y nada bueno siguiendo planes", bromea.
Ana Liarás, la culpable de que la trilogía llegara tan pronto a España, cree que el éxito de esta novela no es tanto por su contenido sexual, prácticas de BDSM y un sexo muy juguetón, como por la forma en la que fusiona erotismo y romanticismo.
Demasiado romántica
"Nuestro informante en EEUU nos alertó de que había un libro que se había publicado en Amazon y que estaba en los primeros 50 puestos. Yo estaba buscando una novela erótica para Grijalbo, porque publicamos un par al año, y al principio, cuando la empecé a leer, pensé que era demasiado romántica y que no la podíamos publicar. Pero cuando avancé vi que era muy erótica y apostamos por dar un giro a la colección", explica Liarás consciente del pelotazo editorial.
Muchos expertos han analizado si los modelos de pareja que se exponen en estos libros perjudican o liberan, si la mujer sale bien o mal parada, si el BDSM esconde o no una patología en quien disfruta, si son opciones libres, enfermas, fantasiosas... Pero nadie puede callar ante un fenómeno que ha logrado vender más de seis millones de ejemplares.
Mirem Larrazabal, sexóloga y presidenta de la Federación Española de Sexólogos, insiste en que, al margen de las críticas que la trilogía ha tenido "porque alimenta muchos estereotipos de sexualidad machistas, él es el guapo y rico, ella la estudiante a la que él inicia", las historias de '50 sombras de Grey' han inspirado bastante "una de las fantasías más recurrentes en las mujeres la dominación-sumisión, que no es nueva y que ya aparecía en muchos libros eróticos".
"Como sexóloga, viendo una sexualidad española muy coitocéntrica, todo lo que lleve a fantasías sexuales consentidas y libres, sin presión, bienvenido sea. Sexo libre, seguro, mutuamente responsable y placentero y sin obligación. Es un libro que hace que la gente mire las prácticas BDSM desde un punto de vista de la normalidad y que se inicien en esas prácticas con juegos eróticos", aclara Larrazabal, quien advierte de que el que practica este tipo de sexo no tiene ni por qué haber sufrido abusos de pequeño ni ser un pervertido mientras siempre sea "sexo libre, seguro y consentido".
Para su escritora, Erika L. James, su libro es "increíblemente feminista" porque "empodera a las mujeres". E. L. James explica a EL MUNDO que "lo que haga cada persona en su dormitorio es cosa suya, pero en '50 sombras de Grey' las prácticas sexuales son consentidas y cuando Anastasia no quiere, se va y dice "no". Y, ¿qué es más poderoso que el no?".
James insiste en que su trilogía transmite valores como la confianza y sobre todo el amor incondicional y se enfada cuando escucha eso de que es "porno para mamás".
"Es una frase muy denigrante para las mujeres porque las mujeres, especialmente las mamás tienen fantasías sexuales y les gusta el sexo igual. Decir eso es muy misógino", añade.
Esta revolución, además de sexual, se ha notado sobre todo en el mundo editorial. "Esta trilogía ha creado una tendencia, sucede cada cierto tiempo, como con 'Millenium', que abrió un nicho de novela negra escandinava. Ahora se ha abierto el de romance erótico y todo el mundo se puso a publicar sus "50 sombras", explica Ana Liarás.
Y el escaparate de cualquier librería le da la razón. "Diario de una sumisa", la colección de "Poséeme", la trilogía de "Pídeme lo que quieras"... La propia editorial Grijalbo, que normalmente publicaba un par de libros eróticos cada año, llegó a lanzar al mercado editorial hasta 12 nuevas apuestas de este género en 2013. Y todo gracias al triunfo erótico de Grey.
Resurgiendo de las cenizas
Incluso la literatura erótica tradicional no ha podido resistirse al encanto de este 'niño malo' y alguna ha vuelto a resurgir de sus cenizas, como la colección "La sonrisa vertical", que inició Luis García Berlanga en 1977 en plena Transición española, y que el año pasado regresó al mercado tras 10 años desaparecida, en una apuesta de la editorial Tusquets por aprovechar el "destape literario" que ha supuesto "50 sombras de Grey".
"Cuando estaba en plena negociación con una agente literaria inglesa empecé a ver cómo se estaba moviendo ya en EEUU. La mejor plataforma fue la prensa porque los periodistas hablaban del boom del supuesto "porno para mamás" sin que se hubiese publicado todavía. Fue más rápido que el Código Da Vinci", explica la responsable de Grijalbo.
Liarás asegura que es importante que '50 sombras' no trata el tema del sexo de una forma vulgar, "puede haber escenas fuertes que se alimentan de distintas prácticas, pero la escritura no ofende. Tienes ese componente romántico y para el sexual está tratado con cierta delicadeza sin vulgaridades ni palabras soeces. Además es una historia que evoluciona en 1.800 páginas de una manera muy eficaz en todos los sentidos, tanto para la parte romántica como para la del sexo. Nadie lee 1.800 páginas de sexo si no hay una historia bien montada".
Además de la película, que ocupará mucho espacio en los cines, medios, conversaciones y merchandising, E. L. James 'amenaza' con más pasión y erotismo en sus siguientes novelas. Dice que está en medio de otro libro y que "será igual de pasional que '50 sombras de Grey' porque para ella, las mujeres "adoran las historias pasionales" y las fantasías tienen que tener su respuesta.
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